Una de las problemáticas de Perú es la violencia de género. Perú es, detrás de Bolivia, el país sudamericano con mayor índice de femicidios.
Buscamos ir rompiendo estereotipos que pueden llegar a extremos como lo mencionado antes, y una de las formas por las que se están trabajando es a través de actividades tan simples como la cocina. Jugando a prepararse un bocadillo, emplear los utensilios, ordenar las cosas, escuchar las ideas de todas y todos y el empleo de las palabras adecuadas. Sobre todo demostrar que todas y todos somos capaces de hacer las cosas. Que no hay una actividad propia de mujeres ni de hombres, se contribuye a romper estos estereotipos que tanto daño hacen.
Verles como disfrutan hacerse un platillo simple para sus edades es sumamente gratificante, les emociona este taller y han pedido seguir trabajándolo en verano.
Con esta actividad una vez al mes, ellas/os aprenden no solo a trabajar en respeto sino que les estamos dando herramientas para auto cuidarse, así como crearse bocadillos balanceados y accesibles.